Una baja que lamentar en Japón

Entre las muchas cosas que me han pasado en Japón la más dolorosa ha sido que uno de mis compañeros de viaje y miembro de "mi familia de cacharrines" se ha perdido y no ha vuelto a casa.

Porque perdido en alguna estación del norte de Osaka se quedó mi perdido ipod nano segunda generación. Durante los últimos 2 años me ha acompañado durante una media de 3 horas al día cuando andaba, en el trabajo, en el autobús, el coche, en la cocina. Prácticamente se podría decir que no salía de casa sin él.

Pero la vida sigue y si algo tengo claro es que no puedo estar sin reproductor de música así que ha habido que buscarle un sustituto. Japón hubiera sido el lugar adecuado para encontrarlo, de no ser porque un familiar mío estaba por Estados Unidos donde dado el bajo valor del dolar me salía mucho más barato.

Mi nuevo miembro de mi familia de cacharrines es este: un ipod nano cuarta generación en negro. Es prácticamente igual que su hermano perdido pero con el doble de pantalla, el triple de capacidad y un precioso color negro. Para hacerle juego en Japón encontré unos preciosos auriculares Ars Technica también en negro en un saldo.

Esperemos que esté conmigo al menos tanto tiempo como su hermano perdido, que en estos dos años que ha estado conmigo no me ha fallado ni un segundo de darme la música.


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